Formas de texto
Cuando pensamos en maquetar un texto, lo normal es pensar en columnas verticales de anchura fija. Aunque éste es sin duda el formato más común, hay enfoques más creativos que pueden dar vida a un diseño tradicional. Crear formas con el texto puede infundir vitalidad, energía, diversidad visual e incluso dramatismo a un texto.
Antes de la tecnología digital, componer un tipo de letra era una tarea laboriosa y técnicamente complicada en el mejor de los casos, y casi una locura si la forma era mínimamente intrincada. Con el sofisticado software actual, es relativamente fácil definir una forma y verter el tipo en ella. Dicho esto, para escribir en una forma hay que tener una intención clara, una razón de ser. Hay que prestar atención a los detalles, y las reglas de la buena tipografía siguen siendo válidas.
Las categorías más populares de formas para texto son las figurativas, las geométricas y las aleatorias o abstractas. Una forma figurativa, como un animal, una botella o una pieza de fruta, se reconoce al instante y transmite un mensaje antes de que se haya leído una sola palabra. Una forma, como un círculo o un globo terráqueo, un triángulo o una pirámide, o un corazón, puede reforzar un tema o ilustrar un punto. Una forma abstracta, aparentemente arbitraria, puede transmitir emoción, sensación de calma o tensión dinámica. La forma que elijas debe ayudar a comunicar tu mensaje visual (y a veces literal), así como apoyar el propósito y la intención del diseño general.
Ahora viene la parte rigurosa: la ejecución. Al crear una forma tipográfica, tenga en cuenta las mejores prácticas de la buena tipografía. Entre ellas, minimizar el número de líneas muy cortas, que pueden ser difíciles de evitar en las formas estrechas, y mantener al mínimo la separación silábica. Al aplicar la justificación a las formas tipográficas, procure que el espaciado entre palabras y letras sea equilibrado y evite los ríos de espacio en blanco. Un espaciado irregular puede reducir la legibilidad, poniendo en peligro el interés del lector.
Para obtener el mejor resultado visual y contextual, a veces es necesario introducir pequeñas modificaciones en el texto (con permiso, por supuesto). Otras técnicas útiles son insertar saltos de línea manuales y alterar sutilmente la forma para minimizar las incorrecciones tipográficas. El contenido del texto es siempre más importante que la forma en la que se inserta, pero dedicar tiempo a ajustar la forma, el espaciado y la tipografía en general puede producir un resultado llamativo y memorable.
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- Nota del editor:Ilene Strizver, fundadora de The Type Studio, es consultora tipográfica, diseñadora y escritora especializada en todos los aspectos de la comunicación tipográfica. Dirige talleres internacionales de tipografía Gourmet. ¡Lea más sobre tipografía en su último trabajo literario, Type Rules! The designer's guide to professional typography, 4ª edición, publicado por Wiley & Sons, Inc. Este artículo ha sido encargado y aprobado por Monotype Imaging Inc.