Manual: La historia de los números tipográficos

Escritura a mano Fuentes: Diseños únicos para proyectos especiales
Los números siempre han acompañado a fuentes tipográficas. Cuando Gutenberg inventó el arte de la tipografía, incluyó un conjunto de números en sus fuentes. Sin embargo, durante casi 100 años, los numerales se trataron como caracteres "pi" y no se crearon para formar parte de ningún diseño tipográfico específico.

A Claude Garamond, el gran diseñador tipográfico del siglo XVI, se le suele atribuir el mérito de haber creado la primera fuente tipográfica con números diseñados para complementar las formas de las letras de un tipo de letra concreto. Salvo variaciones estilísticas, los numerales de Garamond marcaron la pauta durante más de 200 años.

Garamond pretendía que sus cifras formaran parte de un texto y las diseñó con las mismas proporciones que las minúsculas. Al igual que las minúsculas, los numerales de Garamond se basan en tres formas: ascendente, media y descendente. Para evitar confusiones con la "o" minúscula, el cero tiene una acentuación de peso diferente a la del carácter minúsculo.
Nuevos números
Este estilo de numerales "en minúscula" se convirtió en modelo para los diseñadores tipográficos hasta finales del siglo XVIII. Fue entonces cuando se introdujo un nuevo tipo de número (llamado "de línea" y a veces "de rango"). La idea de este nuevo tipo de numerales era que fueran más grandes, y una alternativa más legible al diseño de Garamond.
Las figuras de línea surgieron del nuevo fenómeno de la clase media de los rótulos escritos a mano por los comerciantes. Se introdujeron por primera vez en la tipografía europea en 1788, cuando Richard Austin diseñó una nueva fuente para el tipógrafo y editor John Bell, con figuras de tres cuartos de altura. Los diseñadores tipográficos del siglo XIX perfeccionaron estas figuras y sustituyeron significativamente a las figuras de texto en diversos contextos, sobre todo en la tipografía de periódicos y publicidad.

Estas figuras fueron perfeccionadas por los diseñadores tipográficos del siglo XIX y sustituyeron significativamente a las figuras de texto en diversos contextos, sobre todo en la tipografía de periódicos y publicidad.

A veces, los numerales en minúscula se denominan diseños de "estilo antiguo". Esto se debe a que cuando los numerales se popularizaron, muchos tipógrafos se refirieron a ellos como numerales "modernos", lo que dejó al estilo anterior relegado con el apelativo de "estilo antiguo". A día de hoy, los tradicionalistas tienden a referirse al estilo de los numerales que se encuentran en la fuente de Garamond como "estilo antiguo".
Composición a máquina V. Tipografía
Durante muchos años, los impresores y tipógrafos se beneficiaron de ambos juegos de numerales, pero cuando se empezaron a utilizar máquinas para componer los tipos, se sacrificó la variedad tipográfica en aras de la eficacia mecánica. Los tipos mecanografiados tenían conjuntos de caracteres limitados, lo que permitía un solo juego de numerales. Algunas fuentes (generalmente los diseños de texto limitados a lo que los impresores llamaban "trabajo de libro") tenían el diseño de minúsculas, mientras que otras ( fuentes de uso más general utilizadas para "trabajo de encargo") tenían el diseño de forro. Cuando la fototipia sustituyó a los tipos de metal mecanografiados, la mayoría de las fundiciones optaron por incluir en sus fuentes únicamente el estilo de forro.

Sólo con la llegada de las fuentes digitales y la tecnología OpenType®, que ha permitido fuentes con enormes conjuntos de caracteres, los diseñadores y tipógrafos pueden elegir fácilmente entre los números de estilo antiguo y los de línea.
Legibilidad
A primera vista, los números rayados pueden parecer más legibles que sus hermanos mayores, pero diversos estudios de legibilidad han demostrado que no es así: los números minúsculos son moderadamente más legibles que los rayados cuando están aislados, y considerablemente más legibles cuando se colocan en grupos. Además de ser más legibles, muchos diseñadores y tipógrafos creen que las minúsculas son más atractivas que las cifras rayadas.

Los números alineados son perfectos para situaciones en las que se desea que las cifras destaquen, o para la composición de textos todo mayúsculas. Sin embargo, cuando estas cifras se utilizan en la composición de textos, a menudo resultan demasiado llamativas. El resultado es que el ojo del lector tiende a fijarse en las cifras en lugar de leer la composición del texto. Los números antiguos, diseñados específicamente para integrarse en la composición del texto, proporcionan información sin llamar especialmente la atención. También son ideales para folios, fechas y otros lugares en los que se desea que los números sean discretos.
La evolución de los números en fuentes refleja los avances de la tipografía y sirve como testimonio de los cambios culturales y tecnológicos que han dado forma a la comunicación tipográfica.